La industria aeroespacial y de defensa pasa por un período bastante desafiante. Al mismo tiempo en que aumenta la demanda del mercado por nuevos productos, crece rápidamente la presión por rentabilidad, competitividad y mayor calidad.
En un escenario de márgenes pequeños y complejos requisitos regulatorios, la innovación es fundamental para resolver cuestiones como: mejorar la eficiencia en el consumo de combustible, reducir la emisión de gases, proporcionar experiencias mejores a los pasajeros y aumentar la seguridad para la población.