En mercados caracterizados por cambios constantes, cada día presenta un nuevo conjunto de riesgos y desafíos para las empresas. Para superar esos desafíos, las personas precisan estar altamente calificadas, atendiendo los requisitos y competencias que la organización necesita.
Organizaciones de todo tipo tienen dificultades para gestionar sus recursos humanos. Los planes de capacitación son ineficientes y hay poca visibilidad de los resultados de las inversiones. Además, el desarrollo individual se convierte en un proceso desmotivador y agotador. Como resultado, la empresa pierde sus mejores profesionales en el proceso, mientras las tasas de rotatividad aumentan cada vez más.