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Durante los últimos años, hemos vivido la ampliación del campo de aplicación de la filosofía Lean, que nació como un conjunto de herramientas de mejora de procesos de fabricación, para todas las áreas de la gestión empresarial.
De hecho, se habla de Lean Management y Lean Thinking, entre otros, como conceptos derivados de esta ampliación de enfoque. Y, del mismo modo, esta filosofía ha pasado de ser casi exclusiva de grandes corporaciones a aplicarse, de forma similar, a la PYME, aunque en un proceso que hasta ahora está siendo lento. Si coincidimos, por lo tanto, que Lean se puede aplicar, en alguna de sus herramientas, para todos los procesos de una compañía, existe un ámbito de aplicación que puede generar resultados especialmente interesantes: la gestión de la información.
En este artículo, el autor José Ignacio Conde describe cómo es posible aplicar Lean a la multitud de procesos, para ayudar a que las empresas reduzcan problemas y desperdicios y puedan ser más eficaces.