Mejorar el desempeño organizacional es prioridad en la mayoría de las empresas alrededor del mundo y con el creciente número de modelos y metodologías de gestión disponibles, es preciso tener cuidado al seleccionar la metodología que garantice un verdadero retorno de la inversión.
El Balanced Scorecard (BSC) y el Modelo de Excelencia de la EFQM (según sus siglas en inglés: European Foundation for Quality Management) han sido ampliamente utilizados en los últimos años y constituyen una referencia, cuando se trata de gestión y excelencia.
En este artículo, el autor demuestra que los dos modelos vienen de escenarios muy diferentes y que son implementados utilizando diferentes procesos. El artículo describe que muchos usuarios activos del modelo EFQM han adoptado en paralelo el BSC, como una herramienta para las actividades de gestión estratégica y también resalta la gran sinergia que puede existir entre estas dos herramientas, aparentemente distintas.
Idioma: Inglés
Autor